Atilano Pérez: preservador de flores y artista de la lente y la pintura. 2a. Parte
Un apiario coatepecano
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Su
gusto y pasión por las flores lo llevó a establecer un jardín que le llamó “La
Purísima” ubicado en la segunda calle de calle Morelos en Coatepec, el cual se
distinguía por contar con una casita con
pequeños balcones y un enrejado de rombos.
Allí
debió contar con una gran variedad de flores
como orquídeas, camelias, gardenias y otras propias del clima coatepecano,
aunque también cultivó plantas de
origen extranjero. Se dice que fue el primero que introdujo los injertos, pues
las “yemas” las traía de Estados Unidos, creando nuevas variedades de especies.
Otra
de las actividades que lo distinguieron fue el
tratamiento que realizaba a hojas de gran tamaño que decoraba con gran calidad artística
y comercializaba en otros países. Uno de sus descendientes
rememora que:
Había un árbol en la
casa del Prof. Alfredo Quirós que daba unas hojas verdes, muy grandes. Esas
hojas la metía en unas substancias, le quitaba todas la carne o venitas y sobre
cada hoja hacia unos paisajes que pintaba muy bonito. [1]
Pero
sin duda, uno de los trabajos más relevantes que lo hicieron sobresalir y
traspasar las fronteras locales fue la técnica de conservación de flores, las
cuales podían perdurar frescas y lozanas por varios días, sin signos de envejecimiento. De ese modo, empacadas
cuidadosamente pudieron ser transportadas fuera del país.
De esa técnica nos habla el viajero italiano Adolfo Dollero que a principios de 1910 estuvo de visita en Coatepec. De Atilano escribió:
De esa técnica nos habla el viajero italiano Adolfo Dollero que a principios de 1910 estuvo de visita en Coatepec. De Atilano escribió:
En Coatepec, un mexicano, el señor Atilano Pérez, había encontrado un
procedimiento especial para conservar en buen estado hasta por ocho días, en
cajitas de hoja de lata, flores de pétalos consistentes como camelias,
gardenias, magnolias, etc. [2]
Industria
que con el devenir del tiempo se convertiría en el lnvernadero María Cristina
que tanto renombre han dado a Coatepec.
Pero
también Atilano Pérez fue pionero en la apicultura, pues tenía abejas en una finca llamada El Colmenar situada en la
calle de Degollado. Otra de sus propiedades fue “La Bertita” en la calle de
Covarrubias. [3]
Dra. Soledad García Morales