EL DIABLO ANDA SUELTO

La florentina Catalina de Medicci, siempre ocupada en las labores del hogar, no tenía tiempo de hacer otra cosa más que estar embarazada y cuidar los diez hijos que su esposo don Enrique II rey de Francia le engendró. Éste, aprovechando el mecate suelto, se ligó a la señora más guapa del condado, llamada Diana de Poitiers y de plano que le pone casa; Dianita, diligente, le encantaron las mieles del poder y como buena cortesana, en menos de lo que cantó un gallo, fue considerada soberana.
Doña Catalina, aguantando vara, se le resolvió su problema cuando al marido infiel, compitiendo en un torneo, le sacaron un ojo con una lanza, que lo llevó a un viaje sin retorno, y la santa verónica sin derramar una sola lágrima, accedió al trono como soberana de los franceses.

Rodeada de poder, y defensora de su religión católica, un día a Catalina se le ocurrió exterminar a los protestantes calvinistas, llamados Hugonotes, para poner punto final a las reyertas que escenificaban estos dos grupos. Ese día de San Bartolomé, un 24 de agosto, pero del año de 1572, en el mero centro de París, la brutal carnicería de los protestantes a manos de los católicos, fue pareja para niños, mujeres y ancianos, y en menos de seis semanas fue extendida a las provincias, donde murieron mas de diez mil hugonotes, seguidores del francés Calvino, a su vez influenciado por la doctrina del alemán Lutero.

Mi abuela, en esta fecha del 24 de agosto, decía que era el día en que “EL DIABLO ANDA SUELTO”  y para evitar cualquier desgracia, prefería no salir de su casa; esa fecha la visitaban muchas amistades, hijos, yernos, nueras y nietos, y siempre afirmaba que “no es lo mismo Catalina de Medicci, que, que me dices de Catalina"

Amigos, dice el refrán que “la cruz en los pechos y el diablo en los hechos”, habrá que cuidarse de satán, que efectivamente, anda suelto.

¡Ánimo ingao...!

Con el respeto de siempre Julio Contreras Díaz

Va esto del DJ, ése no le teme ni al diablo.















Enviado desde mi iPad