DÍA DE SAN MIGUEL (Segunda de tres partes)

            Al tener el estudio económico completo y ya con los billetes en la mano, la obra se ofreció a varias compañías constructoras de la Ciudad de México; a algunas no les llamó la atención de edificar en provincia y otras de plano cotizaron muy caro; pero para bien de los coatepecanos entró en escena el ingeniero Miguel Rebolledo Rivadeneyra que con su altruista ayuda, fue posible echar a andar la construcción,  iniciando con el diseño estructural y de acuerdo a la Arquitectura moderna, se trataba de cumplir los cuatro principios de ésta: FUNCIÓN, FORMA, CONSTRUCCIÓN Y ESPACIO.

    Don Miguel Rebolledo era peroteño
 nacido un 29 de septiembre (DÍA DE SAN MIGUEL), pero del año de 1868. Jovencito se lo llevaron a la ciudad de México y quedó inscrito como alumno regular en el H. Colegio Militar. Muy pronto el general porfirista y héroe del Plan de Ayutla Don Pedro Hinojosa, flamante Secretario de Guerra y Marina, le vio espolones para gallo y lo envió a la capital Francesa con viaje y estancia todo pagado, para que se graduara como ingeniero naval. 

            El recién investido ingeniero y su compatriota el contra almirante Ángel Ortiz Monasterio, ya por encomienda del general Porfirio Díaz, realizan distintas obras portuarias.

            El gran mérito del ingeniero Rebolledo, fue el haber comprado a su homólogo francés Francisco Hennebique, la patente de un sistema constructivo, que hoy llamamos concreto armado. 

Con esa exclusiva y antes de que fuera empleada en Europa, don Miguel construyó el Banco Hipotecario, allá en la calle de Uruguay de la Ciudad de México, innovador diseño de cimentación a base de una plataforma armada para enfrentar sin ningún temor a los sismos.

            Con enorme prestigio y saturado de trabajo, Don Miguel reestructura el Hemiciclo a Juárez; construye el edificio que alberga al periódico Excélsior; construye el edificio del Correo Francés; el del hotel La Marina del Puerto de Acapulco (primer proyecto del Arq. Carlos Lazo); el templo de la Inmaculada Concepción de María en la Colonia del Valle y el Edificio Gante, ubicado en el Centro Histórico de la gran urbe. Con ese currículum y en una de las mayores decisiones de su vida, arribó a Coatepec, para edificar el sobrio mercado Municipal y de paso ganarse el título de coatepecano por adopción.

            Amigos, esta histerieta continuará, no sin antes decirles que “nadie es profeta en su tierra”

            ¡Ánimo ingao...!

            Con el respeto de siempre Julio Contreras Díaz

            El DJ se empachó ayer de tanta fiesta....

             http://youtu.be/-UaIJbUJ8no