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Capilla de San Sebastián en La Orduña.
Foto Soledad García Morales |
De
acuerdo con la información obtenida de uno de los organizadores, el repique de
campanas es un acontecimiento de larga tradición, pues en la Orduña se ha
practicado desde muchos años atrás. En tanto, el desfile lleva cerca de tres
años. El repique se realiza de las 12 del día del primero de noviembre en que se
conmemora a Todos Los Santos, hasta el día siguiente a las 12, en que se celebra
a los Fieles Difuntos. El tañir de las campanas es en forma ininterrumpida y para
ello, los diversos pobladores o asistentes se turnan para realizar tan emotiva celebración.
De tal forma que, resulta un acontecimiento digno de ser escuchado.
En el desfile participan personas
adultas y niños disfrazados de catrinas, lloronas, ánimas solas, payasos,
vampiros, calaveras y monstruos. Este año el desfile fue vistoso y nutrido,
pues fue acompañado por familiares y personas de la localidad y de otros
lugares.
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Reuniéndose para el desfile. |
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Los Catrines |
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El inicio del recorrido. |
Días antes, se prepararon los arcos elaborados
con rama tinaja y flor de cempasúchitl colocados en los sitios por donde debía
marchar el desfile que fue amenizado con música. Éste inició cerca del puente
que da acceso a la población y se continuó por 5 barrios. El primer lugar
visitado fue el Barrio de la Reforma, allí
se recibió una ofrenda de bizcochos
y una tradicional calavera fue leía al público. Enseguida se continuó hacia el
Barrio de los Reyes para entonces, la concurrencia había aumentado, pues en el
trayecto se sumaron más personas disfrazadas y acompañantes. El tercer barrio,
fue el de Loma Bonita donde también se leyeron textos y se amenizó con música,
le siguió al del Zapote en cuyo trayecto había veladoras que iluminaban el
camino y se prosiguió hacia el Barrio de la Cañada de donde se dirigieron a la
iglesia.
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Primer arco del Barrio de la Reforma |
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Recibimiento de una ofrenda de bizcochos. |
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Barrio de los Reyes |
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Hermosas catrina engalanan el desfile. |
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Barrio de Loma Bonita |
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La nutrida concurrencia. |
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Iluminando el camino. |
Allí, se realizó el concurso de
disfraces cuyo jurado estuvo integrado por personas pertenecientes a la Junta
de Mejoras de la Orduña y por el historiador Ulises García Sánchez. La decisión
fue difícil, pues fue nutrido el número de concursantes y la mayoría vistosamente
ataviados. Finalmente el primer lugar correspondió a una joven caracterizada de
elegante catrina, el segundo premio le fue otorgado a la joven disfrazada de
llorona y el tercer sitio correspondió a una tradicional Ánima sola. Se sumaron
otros reconocimientos el de esfuerzo y esmero que correspondieron
respectivamente a un niño vestido de catrín y a una pareja de zombies.
Después se realizó la eucaristía y
se prosiguió con el repique de campanas y un amenizado fandango.
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Jurado calificador |
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Primer lugar lo obtuvo la elegante Catrina. |
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Los ganadores |
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Segundo lugar fue para La Llorona |
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Tercer lugar para el Ánima sola |
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Premio por el esfuerzo |
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Premio por el esmero |