LA AVENTURA
13 de octubre
de 2017 viernes
(Primera de dos partes)
En Santa María de la
Sede, catedral de Sevilla,
la que aloja a la torre de “La Giralda” y que junto con El Archivo de Indias y
el Real Alcázar son Patrimonio de la Humanidad, se encuentra la tumba de
Cristóbal Colón; nuestro guía, nos describió el monumento de bronce: “el
féretro descansa en los hombros de los cuatro reyes que representan los cuatro
reinos de España; los que cargan atrás son el rey de Aragón y el de
Navarra; los de adelante son el rey de Castilla y el de León”; nos insistió en
la observación de la granada clavada al piso por la lanza real, simbolizando el
sometimiento del reino de Granada. El postillón también nos relató los
CINCO viajes de Colón a lo que el navegante creía “las Indias”, y al replicarle
que fueron cuatro, nos contó la AVENTURA completa:
Cristóforo Colombo, genovés nacido hacia el año de 1445 (otras
fuentes dicen que en 1451), se aficionó a la navegación y exploró todo el
Mediterráneo. Muy pronto le quedó “chica la mar para hacer un buche de agua” y
se hizo amigo de los portugueses para, en su compañía, bordear todo el
Continente Africano y también de paso darse sus refrescadas en las playas de la
isla de Madeira.
El almirante, luego de
traducir su nombre al castellano ─el que lleva a Cristo─, a pesar de su falta
de estudios, se le dio eso de la Cosmografía y dedujo la redondez de la tierra,
afirmación por la que fue tildado de locochón, estrafalario y hereje. Aún con
estos descalificativos, nadie logró “robarle el sueño”, aferrándose más a
la teoría de que navegando hacia el Oeste, alcanzaría las costas del este de
Asia. —No estaba “nadita” equivocado (afirmó el guía), y nosotros lo
ratificamos asentando la cabeza. —Tan no estaba equivocado Don Cristóbal, que
una noche de copas, sintió derechos lusitanos y promovió su proyecto al rey de
Portugal Don Juan II y éste lamiéndose los bigotes, condicionó a Cristobalazo
que zarpara de la isla de Madeira, territorio portugués y no de Canarias,
territorio español.
Don Juanito nada tonto,
sabía su cuento. Su padre Don Alfonso V, con el tratado de PAZ DE ALCAZOBAS,
se comprometió de no tocar a España ni con el pétalo de una rosa; por su parte Fernando
e Isabel, se comprometieron a no sacar la lengua a los de Portugal, y así no
había porque sacar las morunas. El almirante Colón, de plano se rajó zarpar de
Madeira, esa ruta por el norte aún no la inventaba y no quiso pecar de imprudente.
Sus cálculos astronómicos los tenía trazados desde las islas Canarias y
olvidándose de don Juan II, armó el plan de acción para ir a interrumpir los
rezos de Fernando e Isabel, los Reyes Católicos.
El insensato marido
(igual que Juan Carlos el "ex" de Sofía), no tuvo paciencia de
escucharlo —situación que el almirante adivinó— pero la sagacidad,
inteligencia, imaginación, perseverancia y sexto sentido de Doña Chabela —que
era la del billete— hizo accionar un botón, y al momento, su tesorero Luis de Santángel,
trajo el catálogo de tres carabelas y el tenate lleno de maravadíes.
Amigos, esta AVENTURA
CONTINUARÁ no sin antes recordarles lo que dice el Pedro Navajas: “la
vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida”.
¡Ánimo ingao…!
Con el respeto de
siempre Julio Contreras Díaz.