…Y LOS JÓVENES SE HICIERON VIEJOS

 2 de octubre de 2017 lunes


            Chihuahua, con casi 250 mil kilómetros cuadrados es el más grande de los 31 estados que conforman nuestra República. El nombre de la capital es el mismo que el del estado y su mayor población está concentrada en la fronteriza Ciudad Juárez. La cabecera municipal de Madera, fundada por Don Abraham González en 1911, es uno de los sesenta y siete municipios que constituyen dicho estado, caracterizándose por ser el lugar más frío del país, con registros de temperatura hasta de 40 grados bajo cero.


            La historia de Madera, marca como hechos relevantes, la fundación del ejido en el año de 1925 y exactamente cuarenta años después, el 23 de septiembre de 1965, el ataque al cuartel militar, hecho por un grupo de jóvenes suicidas encabezado por el profesor rural Arturo Gámiz García y el líder campesino Pablo Gómez Ramírez, cuya causa fue liberar a "su pueblo" del cacicazgo cobijado por el gobernador Práxedes Guiner Durán.


            El Veracruzano Fernando Gutiérrez Barrios, director de la Dirección Federal de Seguridad, rendiría su informe de esa masacre: “…nos decepcionaría una juventud conformista o resignada, pero México tampoco quiere una juventud que abrace con incauta pasión todas las causas o que se deje tomar como instrumento dócil del servicio de intereses bastardos o como caja de resonancia de estériles desahogos”. El presidente Díaz Ordaz, respondió con un aplauso.

            Esa juventud se manifestaría nuevamente el 2 de octubre de 1968 y otra vez fue “decepción” para los que estaban en los cotos de poder. En una tercera aparición, ese jueves de corpus 10 de junio de 1971 en el famoso “Halconazo”, la misma juventud fue masacrada por la fuerza del gobierno que otra vez usaba la misma declaración de acabar con los intereses bastardos y otra vez sacaba a relucir “la caja de resonancia de estériles desahogos”. Esos jóvenes se hicieron viejos y no dejaron cuadros ni recuerdos a los “ninis” y a los “milennials”.

José Luis Urquieta, cineasta mexicano, para recordar los hechos de MADERA, realizó la película “LAS ARMAS DEL ALBA”, basada en la novela del mismo nombre de Carlos Montemayor, llevando en el reparto entre otros al jarochísimo Ernesto Gómez Cruz.


            Amigos, Víctor Hugo nos dijo: “La miseria cargada con una idea es el más terrible de los artefactos revolucionarios”. ¡Cuánta razón del viejote!


¡Ánimo Ingao…!



Con el respeto de siempre Julio Contreras Díaz.