Anotaciones sobre el terremoto de Quimixtlán.

Por Ariel Reyes Sánchez

El interés de realizar esta breve indagación se da con la finalidad de impedir que se olvide el recuerdo de un día fatal, así como tratar de motivar a otros a realizar una investigación histórica más profunda y especializada sobre este acontecimiento.


El 3 de enero de 1920 alrededor de las 9:48 de la noche ocurrió un sismo de 6.4 grados en la escala de Canani que provocó estragos en los municipios de Quimixtlán, Chilchotla y Chichiquila pertenecientes a Puebla, así como en varias ciudades del estado de Veracruz. Este sismo según los relatos orales y los vestigios arquitectónicos en los municipios poblanos, provocó grandes cambios en la arquitectura de los poblados, así como transformaciones topográficas aún observables en los caminos y montañas. 


 A 100 años de este suceso, la memoria colectiva sobre este acontecimiento se ha ido perdiendo en los municipios poblanos, a tal grado de que hoy casi nadie sabe sobre lo ocurrido aquel trágico día. La falta de interés de las nuevas generaciones no contribuye a que perdure. 

En la novela Vestido de Novia, del autor cubano Pedro A. Montero, se narra la tragedia, describe a grosso modo la perspectiva de una niña llamada Alicia que es testigo de la destrucción de su pueblo natal (Quimixtlán), la muerte de sus padres y vecinos, siendo aplastados por las casas derrumbadas y la destrucción del pueblo entero. En dicha novela se narran sucesos como los deslaves ocurridos después del temblor, los cuales afectaron a las comunidades del estado de Veracruz y que a su vez bloquearon los accesos a lugares como Quimixtlán y Chichiquila. 

“La tierra empieza a vibrar y el rio trayendo grandes piedras envueltas en lodo, olvidándose de su cauce empieza a ganar en su crecida partes firmes de la tierra, con unos estruendos que jamás el silencio que aquel lugar había escuchado. Era tan monstruoso ese sonido, que solo en los brazos de Dios se hubiese podido sobrevivir". (2015, p.31)