Las marcas históricas de un trayecto comercial: Teocelo-Xalapa s. XVII-XX.
Por Paulo César López Romero
Gracias a muchos esfuerzos actualmente se conocen más cosas sobre el famoso ferrocarril XalapaTeocelo. Debido al rescate fotográfico, las conferencias y los estudios de varios especialistas se sabe de sus
características, sus estaciones, sus formas de traslado y sobre todo de la importancia como medio de transporte en
la región del Veracruz central. Con este crisol de nuevos acercamientos se pueden seguir proponiendo preguntas
de investigación y seguir construyendo la historia de esta importante vía y de su época. Acercarnos a ello ayuda
a reflexionar sobre varios aspectos relacionados con nuestro presente y sobre todo pensarlo de manera distinta.
La marca de este transporte sigue en el recuerdo de muchas personas, pero también ha afectado físicamente
los espacios y dinámicas urbanas de la ciudad de Xalapa y de otras comunidades. Los tramos por donde pasaba
el ferrocarril aún son usados por miles de vehículos, campesinos, comerciantes, senderistas y demás personas.
En el centro de Xalapa la zona conocida como Los Sauces, la calle Bolivia, el Circuito Presidentes y la autopista a
Coatepec aún están marcadas por los pasos de dicho transporte porque todavía son espacios de contacto entre
la capital del estado y las comunidades de La Orduña, Pacho Viejo, Coatepec, Zimpizahua, Úrsulo Galván, San
Marcos, Xico y Teocelo por sólo mencionar algunas. Cuando se revisa la historia de la región se encuentra uno
que esa dinámica estaba ya muy presente desde épocas remotas.
En este texto trataremos de aportar una información adicional más ligada a los antecedentes. A veces el
acontecimiento llama mucho la atención, se aprecia el momento, pero también hay muchos factores pasados
que lo explican.
En el caso del ferrocarril Jalapa-Teocelo hay referencias por demás interesantes. Su trazo siguió
un antiguo camino real establecido por una dinámica comercial-rural del siglo XVIII. Cuando se adentra en
la Historia se aprecia que el sitio donde se construyó el ramal del Piojito no podía ser otro, pues ya existía un
tráfico constante de mercancías y de productos. En palabras del jefe político del cantón de Coatepec en 1897:
“El desarrollo del comercio del cantón abrirá nuevas
fuentes de prosperidad que NO NECESITAN MÁS
QUE IMPULSO” ; el empuje lo haría el ferrocarril. La
obra no fue ninguna coincidencia, accidente, favor
o visión de las autoridades de finales del siglo XIX,
sino una expresión histórica del proceso regional/
comercial en la zona de Xalapa y Teocelo.
El espacio alcanzado por el ferrocarril JalapaTeocelo ha sido un área de fuerte dinamismo
comercial y actividades rurales. En el mapa adjunto
se puede apreciar la zona donde se asentó El Piojito.
Una franja en dirección sur-suroeste de Xalapa
ligada a un espacio productivo importante: la zona
de los ingenios de caña de azúcar que se conectaba
mediante caminos de herradura a Xalapa y al camino
real México-Veracruz. Estas condiciones, establecidas
desde el siglo XVI impulsaron las actividades agrícolas
de forma importante y las puso como tareas de
generación de riqueza. A esto se sumó el desarrollo
urbano de Xalapa con su paulatino cambio de un
pueblo de camino a una capital estatal, durante los
siglos XVIII y XIX. Numerosas son las menciones de
viajeros, autoridades y personajes de estas épocas
hacia la pródiga situación rural y natural de esta
zona así como de su función como abastecedora de
productos alimentarios a la ciudad de Xalapa.
Pero ¿En qué época se fincaron las relaciones
comerciales entre Xalapa y la zona de Coatepec, Xico
y Teocelo? Se puede identificar al siglo XVIII, sobre
todo ante el establecimiento del gran comercio de
Nueva España en el entonces pueblo de Xalapa: Las
ferias de flota. Es bien sabido que las ferias brindaron
una nueva condición comercial y urbana a la actual
capital del estado. La población xalapeña demandó
de su provincia productos específicos para mantener
las tareas comerciales bajo este sistema y, a su vez
asentó la dinámica con su provincia. Durante la
segunda mitad del mencionado siglo, varios pueblos
de la comarca enviaban sus producciones para
obtener ganancias monetarias. Para esos años el
aguardiente, la panela, la carne de res, el frijol, el arroz,
las frutas (naranja, plátano), las verduras (hortalizas),
el maíz (tanto en grano como en mazorca), las mulas
y las recuas provenían de los ingenios de caña de
azúcar como La Orduña y El Grande y de los pueblos
de Coatepec, Xico y Teocelo. En estos años se
promovió la siembra y cosecha de tabaco, el cual
era enviado a Xalapa y al puerto de Veracruz donde
tenía mayores compradores. Para movilizar estos
productos estaban los arrieros y los caminos, los
cuales inmiscuyeron a la zona en más intercambios
comerciales; tanto así que en Xico como en Coatepec
se producía “el totopo del arriero” hecho de maíz
y/o de trigo usado para la alimentación de quienes
iban y venían todos los días. Además de esto se
establecieron dos potreros: el de San Marcos y el
de Zimpizahua; sitios especializados en la crianza y
cuidado de mulas, caballos y otras bestias de carga
para hacer funcionar la arriería de toda la provincia.
Mapa de caminos y vías férreas. Paulo Cesar López Romero. |
El texto forma parte del segundo número de la revista del Círculo la cual puede leer de manera íntegra en Las marcas históricas de un trayecto comercial: Teocelo-Xalapa s. XVII-XX