Fundación de La Orduña

Por Jorge Vela

Hacienda La Orduña, en el segundo cuarto del siglo XX. Fondo Soledad García Morales.

La Orduña es una congregación coatepecana, que destaca por su ambiente campirano y su antiquísima historia. Se encuentra a dos kilómetros de la cabecera municipal, sobre la carretera que conecta a Coatepec con Las Trancas. El principal acceso es el puente San Isidro, una estructura de 65 metros de largo que es el primero de los muchos sitios de interés en el poblado. Acueductos, puentes, maquinaria y fábricas revelan una importante vida industrial que se inició con el cultivo de la caña de azúcar y que, mas recientemente, se dedicó a la producción de café y naranja.

Si bien, el nombre de La Orduña hace referencia a una acaudalada familia novohispana que se instaló en la zona en el siglo XVI, los registros antiguos mencionan que, anteriormente, el área fue ocupada por dos aldeas indígenas dependientes de Coatepec: Santa María y San Pedro. Las epidemias sucintadas en aquellos tiempos, les afectaron de sobremanera, por lo que la población fue congregada en otros espacios. El sector español se sirvió de la desertificación, y habiendo notado el potencial agrícola del área, buscó adquirir enormes propiedades en los valles coatepecanos. En ese sentido, el matrimonio conformado por Juan Quirós y Francisca de Yepez, adquirieron las tierras donde se localizaban las aldeas. Más tarde, Matías Lorenzo, un maestro en el arte de hacer azúcar que había laborado en el ingenio de Orizaba, realizó gestiones para comprar el predio, en 1592 (Juan Quiróz y Francisca de Yepez venden a Matías Lorenzo). Las transacciones evidencian los continuos intentos de consolidar una industria, pero ante lo costoso que significaba, el predio se vendió nuevamente para capitalizar a sus propietarios.


[…] En términos de Coatepec, en una loma entre el río Santa María y el arroyo que esta entre el pueblo de San Pedro ahora nuevamente hecho y el cerro de Tutatepec como aparece por […] doscientos pesos de oro común […]


Hacia 1593, la posición de la familia Orduña, descendientes de un expedicionario de Hernán Cortés, les permitió realizar la compra del predio de Matías Lorenzo, en 210 pesos de oro común. Francisco de Orduña, alcalde mayor de Xalapa, adquirió el predio a través de su hijo, Diego de Orduña Loyando. Sus considerables recursos permitieron establecer el ingenio de San Pedro Buenavista el cual ocupaba una caballería de tierra. La extensión pronto se multiplicó a través de nuevas adquisiciones y, para 1603, sumaba 10 caballerías, 4 sitios de estancia para ganado mayor y 40 esclavos africanos. Como señada el investigador Bermúdez Gorrochotegui (1988), a pesar del notable desarrollo, los Orduña requerían inyectar fuertes cantidades de capital para que el ingenio continuara operando, por lo que hubo de recurrir a préstamos para comprar esclavos y maquinaria, principalmente.

A pesar de ello, el ingenio de San Pedro Buenavista, alias La Orduña, fue uno de los mayores productores de azúcar en la provincia de Xalapa durante el siglo XVI, engrosando a su alrededor un caserío, antecedente directo de la moderna localidad.

 

Cruz que marca la fecha 1624. Fotóg. Jorge Vela, 2023.




Puente San Isidro. Fotóg. Jorge Vela, 2023.




Ex-hacienda La Orduña, antes casco del Ingenio de San Pedro Buevista. Fotóg. Jorge Vela, 2023.



 

Bibliografía

Bermúdez Gorrochotegui, G. (1988). La formación de las haciendas en la región de Jalapa 1580-1630. La palabra y el hombre, 72.

Juan Quiróz y Francisca de Yepez venden a Matías Lorenzo, 27_1578_871 (Archivo Notarial de Xalapa 05 de octubre de 1592).